Una de las limitaciones de los drones es su autonomía y la posibilidad de ser abatidos por cualquier fenómeno atmosférico. Para evitarlo, la companía estadounidense Titan Aerospace ha desarrollado un modelo, el Solara 50, equipado con 3.000 placas solares capaces de producir siete kilovatios de potencia diariamente. Con una estructura construida en fibra de carbono y una evergadura de 5 metros, utiliza un pequeño motor eléctrico de 5 kilovatios que le permiten alcanzar una velocidad de 100 km/h y una altitud. El Solara 50 tiene la autonomía asegurada porque durante el día es capaz de volar a una altitud de 18.000. Puede así, situarse por encima de las nubes que podrían alterar la acción de las placas solares. Durante la noche, unos pequeños acumuladores de ion-litio situadas en los extremos de las alas le permiten mantener el vuelo.
Sus aplicaciones son múltiples: desde la asistencia a catástrofes, pasando por la geolocalización, el tráfico marítimo, el seguimiento de aves, etc.
Redacción QUO