Un equipo de ingenieros biomédicos de la Universidad de Washington, Saint Louis (EEUU), ha desarrollado la cámara más rápida del mundo que permite capturar eventos que ocurren a una velocidad de 100.000 millones de fotogramas por segundo.
“Por primera vez en la historia – señala Lihong Wang, responsable de la innovación tecnológica – los humanos podemos observar pulsos de luz. Dado que esta técnica aumenta radicalmente la cantidad de cuadros por segundo que somos capaces de retratar, entramos en un nuevo mundo. Cada nueva tecnología, especialmente aquellas que permiten un salto cuántico en lo que a avances se refiere, es seguida inmediatamente por nuevos hallazgos. Nuestra intención es que este permite nuevos descubrimientos científicos, algunos que aún somos incapaces de imaginar”.
La diferencia entre modelos similares anteriores y lo que es capaz de realizar este dispositivo es enorme. Hasta ahora las cámaras más rápidas no sobrepasaban de los 10 millones de cuadros por segundo. La técnica CPU (compressed ultrafast photography o fotografía ultrarrápida comprimida) concebida por el equipo de Wang es 10.000 veces más rápida.
Sus aplicaciones inmediatas se verán en medicina, astronomía, física y química.
La investigación fue publicada en el último número de la revista Nature.
Redacción QUO