Los metamateriales son aquellos cuyas propiedades no residen en su composición, sino en su diseño. Es el cómo y no el qué lo que les otorga características únicas. Basándose en ello, un grupo de ingenieros de la Universidad Estatal de Iowa ha utilizado galinstano (una aleación de galio, indio y estaño) para desarrollar un metamaterial flexible, capaz de estirarse y muy moldeable que oculta los objetos de un amplio espectro de ondas electromagnéticas.
Esta nueva dermis (que podría aplicarse a diseños industriales y militares) está compuesta de hojas de silicona y anillos resonadores (objetos que oscilan a determinadas frecuencias electromagnéticas) llenos de galinstano, un material líquido a temperatura ambiente.
Vemos los objetos porque la luz, una parte del espectro electromagnético, rebota en ellos. Lo que esta nueva piel hace es utilizar la oscilación de los anillos para ocultar las ondas electromagnéticas. Su gran ventaja es que al estirarla, los resonadores oscilan en otras frecuencias y pueden ocultar otras ondas. Por ahora solo lo han logrado en las frecuencias entre 8 y 10 gigahertz, demasiado altas para la luz visible, pero “el objetivo final es encoger este dispositivo a tamaño nanométrico – explica Liang Dong, uno de los autores del estudio publicado en Scientific Reports – y entonces podremos ocultar ondas como las de la luz visible o infrarroja. Esta metapiel es diferente de las tecnología furtivas o de invisibilidad habituales que habitualmente solo reducen el rebote de las ondas, nosotros las ocultamos”.
Juan Scaliter