Tesla ha vuelto a revolucionar el mercado. En apenas cinco días ha recibido 275.000 pedidos de su Model 3, un sedán eléctrico con capacidad para cinco personas que saldrá a la venta a partir de 35.000 dólares en Estados Unidos, alrededor de 31.000 euros en España. Los grandes fabricantes de automóviles todavía no han reaccionado ante la última ofensiva de Elon Musk. El Model 3 ofrece una autonomía de 350 km/hora, una proeza que los aspirantes a ser sus competidores todavía no alcanzan. Pero, ¿cuál es la clave de su éxito?
La autonomía de un vehículo eléctrico depende de la capacidad de sus baterías. Muchas firmas todavía recurren a las poco eficientes de niquel cadmio, mientras que otras como BMW o Porsche, y la propia Tesla, ya montan las de ion litio. Si los coches de Elon Musk, incluido el Model 3, son capaces de recorrer más kilómetros sin repostar es, primero, porque incluyen en sus coches más baterías que sus rivales y, segundo, porque la eficiencia es muy alta.
Otros fabricantes podrían intentar hacer lo mismo, pero Tesla cuenta con una importante ventaja competitiva: desarrollan sus propias baterías a diferencia de BMW, Ford, GM, Toyota, BMW y otros, que tienen que recurrir a proveedores como Samsumg, AESC, etc.
El resultado es que se pueden permitir colocar mayor número de baterías dentro del coche sin que incremente de forma brutal al precio. Pero, ¿y el peso? ¿qué pasa con el exceso de kilos que esta superdotación conlleva? En primer lugar, Tesla, al desarrollar sus propios sistemas, ha logrado polímeros muy ligeros y con mucha densidad de carga. También está el hecho de que es una compañía americana y en Estados Unidos, tradicionalmente, el peso, y el alto consumo que lleva aparejado, no es algo que haya preocupado mucho. Los bajos precios del petróleo en EEUU durante todo el siglo pasado y el de la electricidad ahora permiten, de momento, que los consumidores no tengan que preocuparse demasiado por la factura del respostaje, tanto si es en litros/galones como si son amperios. Otra cosa es en España, donde el precio por kW es de los más altos del mundo. De momento, no hay tarifa especial para la recarga de automóviles y todo dependerá de si el Gobierno decide subvencionarla o, más adelante, penalizarla.
¿Merece la pena comprase un Tesla? Depende de donde se viva. La mayor parte de la población lo hace en pisos, lo que hace prácticamente imposible la recarga, salvo que se tenga un punto de suministro público al lado. Y en este caso, habrá que tener en cuenta los dilatados tiempos de repostaje.
Elon Musk ya ha captado 275 millones de euros, correspondientes a los 1.000 euros de señal que cada peticionario ha tenido que desembolsar para hacer la reserva del Model 3.La entrega está prevista que empiece a realizarse a finales de 2017, pero no sería de extrañar que los plazos se dilataran teniendo en cuenta que la demanda ha superado las expectativas más optimistas, incluso las del propio Elon Musk.
Marta García Fernández