Solo hay que sentir la grima que da observarle cómo se retuerce en su estrecho cuerpecillo y mirarle a esos terribles ojos rojos para saber que el individuo robótico no da buena espina y es más que probable que tenga un plan maquiavélico en mente. Inspirado en una ánguila y bautizado como Eelume, esta especie de terrorífica serpiente mecánica ha sido diseñada para inspeccionar y realizar el mantenimiento de instalaciones submarinas.

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El desarrollo de la iniciativa corresponde a la Universidad Noruega para la Ciencia y la Tecnología, la petrolera Statoil y la compañía Kongsberg Maritime. El objetivo es que las anguilas robóticas vivan en el fondo marino y realicen todo tipo de reparaciones e inspecciones de sus instalaciones, ya sea ajustar válvulas en plataformas petrolíferas o asegurarse de que todo funciona correctamente por ahí abajo.

Como podréis imaginar, encargar estas labores de mantenimiento a personal humano requiere de un elevado presupuesto que puede reducirse en torno a un 60-70% utilizando como aliado a la robótica. Aunque de momento el prototipo sólo funciona con una batería que hay que enchufar en la pared (por lo que se ve en uno de los vídeos), que la idea del desarrollo de este tipo de producto parta de una petrolera y de una empresa privada puede ayudarnos a predecir el futuro: estas máquinas reemplazarán a los submarinistas autónomos y empresas que hasta ahora se sumergían para realizar este tipo de labores.

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Pero los humanos no serán los únicos que estorbarán en la nueva situación. La empresa pretende dar la patada también a los submarinos autónomos actuales, ya que su tamaño les convierte en una herramienta poco eficaz para determinadas situaciones como maniobrar en lugares demasiado estrechos.

Fuente: sciencedaily.com

Redacción QUO