Seguramente, todo el que trabaje en una oficina se habrá preguntado en alguna ocasión que quiere decir ese letrerito en la máquina de café que indica que el aparato está «erogando». Y es que si acudimos al diccionario, descubrimos que la palabra erogar significa repartir o distribuir bienes y caudales. Y que, en algunos países iberoamericanos, tiene también el matiz de gastar el dinero como si no hubiera un mañana.

pero la explicación no resulta demasiado convincente, ya que si aceptamos como buenos esos significados del verbo erogar, le estaríamos concediendo a la máquina de café de nuestra oficina una especie de voluntad, de capacidad para decidir generosamente que quiere compartir sus bienes, en este caso el café, ya sea con leche o solo) con nosotros, pobres humanos y desdichados oficinistas.

En realidad, en el caso que nos ocupa, erogación es un término técnico que se refiere al tipo de máquina que prepara el café. Y es que existen varias clases. La de palanca, la hidráulica y la que nos interesa, la de erogación continua, que se caracteriza por poseer dos circuitos que suministran agua. Uno, que abastece a la caldera, y otro que proporciona el líquido que prepara el café o las infusiones.

Así que, cuando la máquina dice que está erogando, lo que significa es que está suministrando el agua que preparará nuestra bebida.

Lamentablemente, en nuestras oficinas nos cambiaron la máquina hará un año y pico, y la nueva ya no eroga. Simplemente dice «en preparación», que resulta bastante más prosaico.

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Vicente Fernández López