Muchos viajeros en todo el mundo vivieron parones y retrasos durante este verano a la hora de volar con grandes aerolíneas como Delta Air Lines o Southwest Airlines. Según apuntan los expertos, cada vez son mayores los problemas tecnológicos que comprometen su buen funcionamiento. Esto se debe, como acaban de denunciar algunos senadores norteamericanos, a que la mayor parte de sus tecnologías todavía no han cruzado la frontera del nuevo milenio.
“Ahora que las cuatro aerolíneas controlan el 85% de la capacidad nacional, es más importante que nunca que las aerolíneas tomen todas las medidas necesarias para modernizar sus sistemas de tecnología y prevenir este tipo de retrasos”, explicaron en un informe.
Según aseguran, este documento viene a confirmar lo que todos los pasajeros saben, que los problemas informáticos causan el mayor número de incidencias en los vuelos nacionales e internacionales. Los senadores enviaron cartas a las 13 principales compañías aéreas donde pidieron tecnologías más fiables y resistentes.
Delta Airlines vivió a principios de este mes un corte informático que afectó a 250 vuelos. Este problema viene, sin embargo, precedido por el que vivió Southwest en julio, cuando un router falló y el sistema de seguridad no se puso en marcha como se esperaba, lo que repercutió en el estado de 2.300 vuelos.
Se trata de un problema de tecnología obsoleta, tal y como destacaron unos expertos a Reuters. Muchos dispositivos tecnológicos situados en las centralitas de estas aerolíneas datan de los años sesenta del siglo XX.
¿Por qué? Los expertos reportan que desde las aerolíneas no han invertido lo suficiente para reformar el sistema de reservas. Pequeñas mejoras algo más visibles como registros de entrada automáticos, el seguimiento de equipaje a tiempo real, aplicaciones móviles y otros lujos más baratos, son algunas de las reformas que han llevado a cabo.
Como destacó Scott Nason, ex director de información de American Airlines Group, las inversiones a largo plazo en tecnologías resultaban muy difíciles de vender cuando trabajaba allí. “La mayoría de las aerolíneas estaban a punto de salir al mercado durante muchos años, lo que hacía que cualquier inversión debía tener períodos de recuperación cortos”, explica Nason.
Este problema se ha vivido en muchos vuelos internacionales. Concretamente España se vio afectada por el apagón informático de Delta Air Lines a principios de agosto. Éste se notó en salidas desde ciudades como Málaga, Madrid o Barcelona en dirección a Nueva York o Atlanta. Cinco de los vuelos despegaron en torno a las dos o tres horas de retraso, mientras que el único vuelo que salía de Málaga fue cancelado.
Redacción QUO