Parece una escena sacada de la novela de Stephen King “La rebelión de las máquinas” (que luego fue llevada al cine), en la que la tecnología parecía ponerse en nuestra contra. Sobre todo, quedarán grabadas en nuestra memoria numerosos camiones furiosos intentando acabar con todo lo que fuera humano. En este caso, parece que ha sido el coche el que ha tomado esa decisión. Seguro que recordáis el caso que ocurrió a mediados de marzo, cuando un vehículo de Uber continuó su marcha en una carretera secundaria en plena madrugada, a pesar de que una mujer cruzaba en ese momento por delante.
Mucho se ha debatido sobre quién tiene la culpa, si la mujer por interponerse en el camino del coche en una zona donde no debía estar,o el coche por no parar en seco. Lo que sí es seguro es que la empresa parece apuntar que el software que usa para la detección de obstáculos tomó la decisión de descartar a la mujer como “objeto peligroso” en el camino y mantuvo así su marcha. No es que tenga un odio hacia los humanos, sino que la poca visibilidad no le hizo reconocer adecuadamente que lo que parecía un “objeto”, como una bolsa de plástico por ejemplo, era en realidad una mujer. Es lo que llaman un “falso positivo”.
Por si fuera poco, la mujer que estaba detrás del volante no tenía la mirada fija en la carretera, como estipulan los parámetros de conducción autónoma de Uber. Por lo que tampoco pudo reaccionar a tiempo antes de golpear a la peatona a unos 65 km/h.
Seguiremos atentos.
Fuente: The Information
Alberto Pascual García