Álvaro tiene 7 años y es uno de los niños que ha podido probar “in situ” en su casa, durante 2 meses, uno de los exoesqueletos infantiles que le ha proporcionado la Fundación Mutua Madrileña. Sufre, al igual que otros dos compañeros, de Atrofia Muscular Espinal, por lo que esta nueva herramienta le ha permitido moverse más, hacer más ejercicio e incluso bailar, algo que sus padres jamás llegarían a pensar que fuera a hacer tras el fatal diagnóstico de su enfermedad con tan solo 14 meses de vida.
[image id=»97455″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Este ensayo clínico comenzó en 2016 y ha sido codirigido por el responsable de la Unidad de Neurodesarrollo de Neurología Infantil del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Gustavo Lorenzo Sanz, y la investigadora del CSIC, Elena García Armada (miembro de la selección española de ciencia de Quo y situados en la foto de la izquierda). La importancia de este trabajo radica ya no solo en la novedad internacional que supone el uso de exoesqueletos para gente tan joven, sino que se trata de una tecnología que se ha desarrollado de forma íntegra en España por el CSIC.
Su característica principal es el músculo artificial, que imita el funcionamiento de los tejidos naturales, aunque para su colocación, eso sí, es necesario un fisioterapeuta. La creadora del exoesqueleto, la investigadora Elena García apunta en declaraciones a Europa Press que, a pesar de ello, este se adapta automáticamente a cada uno de los niños: “Este estudio nos ha permitido mejorar enormemente la ergonomíadel dispositivo al utilizarlo en pacientes con característicasdiferentes».
Los niños se encuentran actualmente en la fase final del ensayo clínico, durante el cual han podido dar uso del dispositivo en su propia casa, todo ello con el objetivo de probar los beneficios psicológicos que esto supone y comprobar cómo se ve mejorada la calidad de vida. Una tecnología, que al fin y al cabo, les permite a estos 3 jóvenes tener una vida más independiente. Así lo apunta el doctor Lorenzo: “Que pueda asistir, por ejemplo, a sus actividadescotidianas, como ir al colegio caminando y no en silla de ruedas. En un futuro podría aportar los beneficios de la bipedestación, ayudando a retrasar las deformidades de la columna derivadas de la postura quese producen en la atrofia muscular espinal», ha declarado a Europa Press.
Alberto Pascual García