¿No habéis querido sentiros alguna vez como “Iron Man”? Ahora es posible, solo que igual os puede salir la gracia un poco cara, en concreto 380.000 euros. El inventor británico, Richard Browning, presentó este proyecto en abril de 2017, momento que aprovechamos para hacernos eco de ello. En ese momento, Browning aseguraba que apenas podía levantarse unos metros en el aire, pero con el paso del tiempo ha logrado perfeccionar su traje, impreso en 3D, llegando a una altitud máxima de 3.600 metros. Eso sí, en las pruebas realizadas para la prensa, no sube a esa altura por temas de seguridad.
[image id=»97557″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Para lograr el efecto de vuelo se propulsa con 5 motores, dos en cada brazo y uno en la espalda. Se sirve de combustible de turbina de aviación o diésel y puede alcanzar una velocidad de unos 51 km/hora.Eso sí, están intentando perfeccionarlo para que puedan mejorarse las marcas y la manera en la que se desplaza el cuerpo cuando vuela: “Es el problema que tiene no poder añadir alas”. En cuanto al gasto de consumo, parece que será otros de los puntos en los que tengan que hacer un poco más de hincapié. Según el diseñador, gasta una media de 4 litros de combustible… ¡por minuto! En días calurosos, cuando el aire caliente impide volar con más facilidad, se podrán hacer vuelos de unos 3 a 4 minutos, pero en días fríos, cuando el empuje es más suave, estos vuelos podrían ampliarse hasta casi los 10 minutos.
El traje ya está a la venta a través de la compañía Gravityy se hace de forma personalizada para la persona que decida invertir en él. Y no os preocupéis, que el propio Richard Browning os dará un curso de preparación para saber cómo usarlo. Y así podrás volar ya hasta el infinito… ¡y más allá!
Aquí puedes ver el traje en pleno movimiento.
Alberto Pascual García