Imitar a la naturaleza artificialmente permitirá dotar con sus superpoderes a los robots del futuro.
Así, por ejemplo, la Universidad de Pittsburg acaba de desarrollar unos robots capaces de subir “pegados” a paredes y techos. ¿Cómo?
Gracias a que sus ruedas imitan el material que permite a las ventosas naturales de los lagartos geckos trepar.
También se consigue crear robots que brinquen como saltamontes y se muevan sobre el agua como libélulas.
E incluso gusanos que puedan meterse hasta donde nosotros jamás podríamos acceder.
Otra razón por la que se crean máquinas que imitan animales es para camuflarlas en su hábitat y estudiar el entorno o a sus iguales.
Este es el caso de los peces robóticos creados por la Universidad inglesa de Essex, que están siendo utilizados para analizar la calidad de las aguas y los niveles de contaminación de las costas gallegas.
Redacción QUO
Un estudio confirma que empezar a hacer ejercicio en la mediana edad podría "revertir" los…
La falsificación de bebidas alcohólicas alcanza una de cada cuatro botellas que se venden en…
Revelado el rostro de una hembra neandertal de 75.000 años de la cueva donde la…
Los científicos descubren rasgos cancerígenos en la aterosclerosis, lo que abre la puerta a nuevos…
Consumir cannabis puede provocar cambios en el epigenoma del cuerpo humano, según sugiere un estudio…
Las pruebas sugieren que los grandes felinos extintos con dientes de sable conservaban a sus…