Desde el año 2000 a. de C. utilizamos filtros que nos protegen de partículas tóxicas presentes en el agua o en los gases que inhalamos. Hipócrates, conocido como el padre de la medicina, ya en el siglo IV a. de C. aconsejaba hervir el agua y filtrarla con tela antes de consumirla. Leonardo da Vinci, hace 500 años, ideó un sistema de tejidos hilados muy finos para proteger a los marineros de posibles tóxicos lanzados por los enemigos.
Hoy, el material purificante más empleado en diversos procesos de filtración es el carbón activado, un material estable, inerte y extremadamente poroso. Lo encontrarás en sistemas de filtrado de agua, de aire, de gases de vehículos, etc. Se consigue activándolo para hacerlo poroso y ampliar así su capacidad de absorción.
Las materias primas más usadas son maderas poco duras (como la de pino), carbones minerales y cáscaras o huesos de vegetales, como la del coco. Se activan mediante un proceso de vaporización a 920 ºC. Así se crea una matriz de microporos, lo que permite capturar partículas muy pequeñas de elementos nocivos como el benzeno, el acetaldeído, el acrilonitrilo o el formaldehído en flujos de agua, gas o humo.
Dentro de unas semanas empezará a venderse el Citroën C3 Aircross, un SUV de hasta…
Uno de los telescopios más potentes de la Tierra ha observado con un detalle sin…
Los investigadores están encontrando en Bluesky, una plataforma alternativa a X (antes Twitter), un espacio…
Menos del 7% de los focos mundiales de colisión entre ballenas y barcos cuentan con…
Innumerables estrellas habitan en otras galaxias, tan lejanas que observar incluso una sola de ellas…
Las personas con peor salud mental son más propensas a navegar por Internet con contenidos…