El hallazgo de una nueva especie de abeja atrapada en ámbar del Cretácico podría explicar cómo evolucionaron a partir de las antiguas avispas hasta las abejas modernas
Sabemos desde la escuela que las abejas se alimentan de néctar de flores, y a cambio transportan el polen para fecundar otras plantas, .pero no siempre fue así. Las abejas evolucionaron a partir de las avispas primitivas que, como las actuales, eran carnívoras. No se sabe mucho de cómo se produjo esta transición.
Por eso es tan importante el hallazgo de una abeja con polen de esta antigüedad. Se trata de una nueva especie que vivió en el Cretácico medio, hace 100 millones de años. El fósil fue descubierto de Myanmar, y los científicos de la Universidad estatal de Oregón la han bautizado como
Pero la abeja no ha viajado sola en el tiempo. Varias larvas de escarabajo parasitario estaban adheridas a su cuerpo, seguramente de camino al panal donde devorarían a las larvas de abeja y las provisiones. Las abejas actuales también padecen del ataque de parásitos similares.
Es muy probable que el peso de los parásitos alterara el vuelo de la abeja, que terminó estrellándose contra un árbol, y quedó atrapada en su resina. Un mal día para la abeja, pero una gran oportunidad, 100 millones de años después, para la ciencia.
REFERENCIAS
George Poinar, Discoscapidae fam. nov. (Hymenoptera: Apoidea), a new family of stem lineage bees with associated beetle triungulins in mid-Cretaceous Burmese amber, Palaeodiversity (2020). DOI: 10.18476/pale.v13.a1