La lactancia materna no solo es beneficiosa para los bebés, sino que hay cada vez más pruebas de que también puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular en las mujeres posmenopáusicas que informaron amamantar al menos a un niño, según una nueva investigación publicada en Journal of the American Heart Association.

El accidente cerebrovascular es la cuarta causa de muerte entre las mujeres mayores de 65 años.

«Algunos estudios informaron que la lactancia podría reducir las tasas de cáncer de mama, de ovario y riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Las conclusiones recientes apuntan a los beneficios de la lactancia materna sobre enfermedades cardíacas y otros factores de riesgo cardiovascular específicos”, explica en un comunicado la autora principal Lisette T. Jacobson.

Este es uno de los primeros estudios que analiza la lactancia materna y una posible relación con el riesgo de accidente cerebrovascular para las madres.

El equipo de Jacobson estudió los datos de 80.191 participantes en el estudio observacional de la Iniciativa de Salud de la Mujer, una encuesta a gran escala que evalúa los eventos médicos y los hábitos de salud de las mujeres posmenopáusicas. Todas las mujeres en este análisis habían tenido uno o más hijos y el 58% informó haber dado el pecho a sus hijos. En el momento de iniciarse el estudio, la edad promedio era de 63,7 años y el período de seguimiento fue de 12,6 años.

Después de ajustar los factores de riesgo de ictus no modificables (como la edad y los antecedentes familiares), los investigadores hallaron que el riesgo de accidente cerebrovascular entre las mujeres fue, en promedio:

23% más bajo en todas las mujeres

48% más bajo en mujeres afroamericanas

32 % más bajo en mujeres latinas.

21% más bajo en mujeres caucásicas

Debido a que el estudio fue observacional, no pudo establecer una relación de causa y efecto entre la lactancia materna y el menor riesgo de ACV (accidente cerebrovascular), lo que significa que es posible que exista otra característica que distingue a las mujeres que amamantan y a las que no. Sin embargo, debido a que la información se basa en un estudio con tantas voluntarias, los investigadores pudieron adaptarse a muchas características, y los efectos de la lactancia materna se mantenían.

«La lactancia es solo uno de los muchos factores que podrían proteger contra el ACV – concluye Jacobson –. Otros incluyen hacer ejercicio adecuado, elegir alimentos saludables, no fumar y buscar tratamiento si es necesario para mantener la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre dentro de lo normal”.

Juan Scaliter