Nunca habríamos imaginado que las burbujas del agua pudiera resultar peligrosas. Pero un experimento realizado por un equipo del Fluid Dynamics of Disease Transmission Laboratory, en el MIT, ha revelado que pueden ser un eficaz medio para transmitir peligrosas bacterias.
Este hallazgo se realizó casi por azar, cuando los investigadores participaban en un estudio sobre la física de las burbujas. Mientras trasladaban el material de trabajo a otro laboratorio, una de las botellas que contenía una muestra de agua se abrió de forma accidental. Y, cuando posteriormente la utilizaron, comprobaron que se comportaba de manera muy diferente a lo esperado.
Las burbujas del agua se diluyen al alcanzar la superficie del líquido. Pero las de esta muestra eran mucho más resistente y duraban más tiempo antes de deshacerse que las del resto. ¿Por qué? Los investigadores descubrieron entonces que se habían contaminado con la bacteria E. Coli.
Utilizando cámaras para captar imágenes de alta velocidad, comprobaron que las bacterias reducían la tensión superficial de las burbujas, haciéndolas más elásticas. Pero, además, también comprobaron que las burbujas contaminadas explotaban diez veces más rápido y con más fuerza, y sus restos llegaban más lejos que los de las formadas por agua limpia. Lo que contribuía a expandir los microorganismos que contenían por un área más amplia.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López