Los científicos se han preguntado a menudo si la mayor redondez del cerebro puede favorecer que las informaciones pasen entre las neuronas con más rapidez porque la distancia entre ellas es menor. Sin embargo, hasta ahora no se había medido la relación existente entre la forma del cerebro y las funciones cognitivas. Lo han hecho en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, CENIEH, y la conclusión a la que han llegado es que la velocidad mental sólo depende en un 3% de la geometría neural. Aunque ésta información es importante para el estudio de la evolución y de la biología del cerebro,al mismo tiempo se concluye que la forma cerebral “no parece tener relevancia para caracterizar la velocidad mental de un individuo”, explica el coordinador de la investigación, Emiliano Bruner. En cambio, otras relaciones, como el tamaño del cerebro y la longevidad sí parecen tener evidencia científica.

Redacción QUO