En 2015, el arqueólogo británico Nicholas Reeves examinó los resultados de los escáneres que se habían realizado a la tumba de Tutankamón, y llegó a la conclusión de que existían indicios para creer que podía existir una cámara oculta dentro de la misma. Y se especuló con que dicha cámara podría contener la tumba de Nefertiti, de quien se dice que pudo ser la madre del faraón.
Las autoridades egipcias respaldaron esta hipótesis, a la que le concedieron una fiabilidad del 90%. Aunque hubo algunas voces discordantes, como la de Zahi Hawass, quien no creía posible que hubiera cámara secreta alguna, ni que mucho menos se tratara de la tumba de Nefertiti.
Y, ahora, un nuevo estudio realizado por especialistas de la Universidad de Turín le ha dado al razón a Hawass. Los investigadores han usado técnicas de detección por radar mucho más avanzadas que las que se emplearon anteriormente, y han llegado a la conclusión de que no existe ninguna cámara secreta en el interior del sepulcro.
Tal y como explican los investigadores italianos, el resultado por un lado lee ha producido cierta decepción, ya que resultaba fascinante la idea de una tumba dentro de otra tumba. Pero, por otro lado, les llena de satisfacción comprobar como la tecnología sirve una vez más para ayudar la ciencia y esclarecer la verdad de los hechos.
Fuente: BBC.
Vicente Fernández López