La reproducción de las abejas está resultando más compleja y misteriosa de lo que se creía. Y así lo confirma el hallazgo realizado por un equipo de la Universidad de Sydney, en Australia, que han descubierto el primer caso conocido de un ejemplar que no tiene madre.
Entre las abejas, los huevos sin fertilizar dan lugar ejemplares machos, y los fertilizados a hembras. Pero, en aproximadamente un 2% de los casos aparecen lo que se conocen como ginandromorfos, insectos que tiene órganos femeninos y masculinos.
Dado que para crear una nueva colonia, la abeja reina suele contar con muchos machos que fertilicen los huevos, es frecuente que el esperma de varios ejemplares entre en un mismo huevo. Por eso, los investigadores australianos tomaron para su estudio a once ejemplares ginandromorfos, para descubrir cuales eran sus orígenes.
Extrajeron muestras genéticas de diversas partes de su organismo, y las analizaron individualmente.Los resultados revelaron que diez de ellas tenían entre dos y tres padres, y una madre. Pero la número once parecía no tener madre, y era el fruto de cuatro padres.
Los investigadores no encontraron en ella ningún resto de material genético materno, así que suponen que pudo surgir de la fusión de diferentes espermas. Pero, ¿cómo pudo ser? Tal y como explican los autores del estudio, que ocurra algo así es imposible en los mamíferos, y entre las abejas no se conocía ningún caso.
Fuente: NewScientist.
Vicente Fernández López