Sus síntomas -pérdidas de memoria y seria dificultad para pensar o razonar- son tan característicos del alzhéimer que provocan que la extraña demencia, recientemente bautizada como LATE, se esté diagnosticando mal. Igual que el alzhéimer, afecta sobre todo a personas mayores de 85 años.
Esto significa que algunas de las personas tratadas como enfermas de alzhéimer podrían en realidad sufrir LATE, un trastorno que podría abarcar un 17 % de todos los casos de demencia. A pesar de su parecido, el cerebro afectado presenta un aspecto muy diferente. En LATE, una característica clave es la disfunción de una proteína denominada TDP-43, que ayuda a controlar la expresión genética en el cerebro. Ya se conocía por su relación con casos de esclerosis lateral amiotrófica y de degeneración lobar frontotemporal.
Quienes padecen LATE muestran niveles de esta proteína mal plegada en el hipocampo, el área implicada en la memoria y el aprendizaje, según el equipo de científicos de EEUU, Australia, Austria, Suecia, Japón y el Reino Unido que han trabajado en el informe que ha descrito este tipo de demencia, cuya investigación aparece en la revista Brain.
Solo se ve en la autopsia cerebral
La enfermedad de Alzheimer, sin embargo, se caracteriza por la beta-amiloide, una proteína que se forma en placas endurecidas en el cerebro y causa la muerte de las neuronas. Pero es difícil obtener un diagnóstico oficial. Uno de los autores es Pete T. Nelson, un neuropatólogo experimental de la Universidad de Kentucky experto en la enfermedad de Alzheimer.
La muerte de su abuela, Sylvia ‘Tib’ Becker, que padecía alzhéimer, impulsó su carrera. Es responsable de las autopsias cerebrales del Centro de Enfermedad de Alzheimer en el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Hasta ahora, la autopsia del cerebro es la única que puede ayudar a determinar si el LATE es la causa de la demencia de un paciente, pero ya se están buscando nuevos biomarcadores. De lo que no tiene duda es que hay miles de personas diagnosticadas con alzhéimer que realmente padecen LATE.
“Investigaciones recientes y ensayos clínicos en alzhéimer nos han enseñado dos cosas: primero, no todas las personas que pensamos que tenían la enfermedad la tienen; en segundo lugar, es muy importante entender otros tipos de demencia”, insiste Nina Silverberg, directora del Programa del Centro de Enfermedad de Alzheimer. Los científicos sospechan que la proteína TDP-43 mal plegada es muy común en los adultos mayores. Podría estar deteriorando la memoria y las habilidades de pensamiento de alrededor de una cuarta parte de las personas mayores de 85 años.
“Más de 200 virus diferentes pueden causar el resfriado común -indica Nelson- entonces, ¿por qué pensamos que solo hay una causa de demencia?”. El LATE respondería a tratamientos diferentes, por eso no descarta que esta confusión sea el motivo del fracaso en tantos ensayos clínicos de medicamentos contra la enfermedad de alzhéimer.
Marian Benito