Se diagnostican millones de nuevos casos de escoliosis cada año. La mayoría no requieren más que un seguimiento médico habitual. En algunos es necesario el uso de algún dispositivo para enderezar la espalda, y solo en los más extremos se requiere de la cirugía para corregir esta anomalía.
Pero los médicos seguían preguntándose porque tantos niños desarrollaban esta condición al llegar a la pubertad. Las causas pueden ser muy variadas pero, ahora, un nuevo estudio realizado por un equipo de la Washington University, en St Louis, ha encontrado una más. Y es que los niños que sufren escoliosis severa son el doble de propensos a portar una variante genética que provoca que sus células no procesen el manganeso.
El manganeso está vinculado con el desarrollo de los huesos y de los cartílagos. Y en su estudio (realizado con casi quinientos niños con escoliosis), descubrieron que el 125 de ellos portaban una variación de un gen llamado SLC39A8, vinculado con la capacidad de las células para procesar el hierro, el zinc y el manganeso.
Las células de los niños que portaban dicha variante genética asimilaban perfectamente el zinc y el hierro, peor no eran capaces de asimilar el manganeso. Posteriormente, los investigadores provocaron dicha variante genética a varios peces, y el resultado fue que estos desarrollaron anormalidades esqueléticas y curvatura en sus espinas.
Parece claro que la imposibilidad de procesar el manganeso puede estar detrás de algunos casos de escoliosis. Pese a ello, los investigadores recomiendan no tomar suplementos de dicho compuesto, ya que el exceso del mismo puede ser perjudicial para la salud y provocar problemas de movilidad.
Fuente: Future.org
Vicente Fernández López