Aunque los vikingos ya eran bien conocidos por los romanos, su leyenda como fieros guerreros nació realmente en el año 793, cuando saquearon el monasterio de Lindisfame, en el norte de Gran Bretaña. Casi tres siglos después, los vikingos ya dominaban todo el norte de Europa, gran parte de las islas británicas, Groenlandia, el norte de Francia, y sus incursiones llegaban hasta el sur de España y el norte de África. Se dice incluso que llegaron hasta las costas de América.
Pero, ¿cuál fue el arma secreta que les convirtió en tan formidables conquistadores? La respuesta la ha encontrado Andreas Hennius, un investigador de la Universidad de Upsala, y no es otra que el alquitrán. Según este especialista, hay evidencias de que los vikingos desarrollaron una industria a gran escala para fabricar el alquitrán, material que usaban para impermeabilizar sus barcos, con los que realizaban grandes travesías.
Fue en el año 2000 cuando aparecieron en Suecia pequeños hornos domésticos dedicados a fabricar alquitrán, y cuya antigüedad fue fechada en torno al año 100. Pero, excavaciones posteriores descubrieron la existencia de hornos mucho más grande, que fueron datados entre los años 600 y 900, justo el período en el que los vikingos expandieron sus conquistas por toda Europa.
Cada uno de estos hornos tenía capacidad para fabricar una media de 300 litros de alquitrán, una cantidad suficiente para impermeabilizar varios barcos. Además, según hace notar el investigador, están situados lejos de cualquier lugar habitado, lo que significa que eran enclaves con una finalidad puramente industrial.
Vicente Fernández López