Arqueólogos chinos han desenterrado en la región autónoma de Mongolia interior, restos de sacrificios humanos realizados en torno al año 1.000 de nuestra era. En total, han descubierto cuatro esqueletos completos, y numerosos huesos y cráneos, que se creen que pertenecieron a un total de quince individuos.
Los esqueletos completos pertenecían a mujeres, pero entre los otros restos óseos también han aparecido huesos y cráneos de niños. Junto a ellos se han hallado también huesos de perros, camellos y otros animales.
Todos los restos muestran marcas y cortes que revelan que aquellas personas y animales sufrieron una muerte violenta. Y el hecho de que hayan aparecido cerca de un altar de forma rectangular, hace pensar que fueron sacrificados como ofrendas.
Fuente: archeologynews.org
Vicente Fernández López