Las cicatrices de sus muñecas indican que pudo caer en alguna trampa para animales. En ese tiempo desarrolló alguna forma de lenguaje propio, aunque indescifrable. El psicólogo Héctor Rifá, profesor de la Universidad de Oviedo y director del proyecto PSF-ONGD trata de dotarla de “las herramientas, habilidades y hábitos saludables que le permitirán sobrevivir y salir de su aislamiento social”. Empieza a hablar, interactúa con el resto y se va adaptando a la vida social de su pueblo.
Redacción QUO