Ya sé que más de uno no necesitaba ningún estudio científico para caer en la cuenta de que la valentía de muchos no es desinteresada. Para los biólogos era una contradicción que el ser humano fuera beligerante y heroico, pues con esto sólo ponía en peligro su vida y el riesgo era demasiado grande. Sin embargo, ahora han descubierto que la clave puede estar en el sexo. Un equipo de biólogos de la Universidad de Standford (EEUU) sugiere que la motivación última de los valientes guerreros podría ser ganar los favores sexuales de sus compañeras y así perpetuar sus genes por encima del riesgo de la batalla. La selección natural favorece la beligerancia a favor de la reproducción.
En este estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Societysus autores, Laurent Lehmann y Marcus Feldman , apuntan otra razón adicional. El coraje de los guerreros que se imponían en la batalla a sus vecinos también era compensada con tierras y posesiones. Sexo y dinero ¡Que novedad!
Redacción QUO