Tienes la webcam a mano? ¿O un móvil? Pues ya cuentas con todo lo necesario para rivalizar con la CNN. A partir de ahora va a ser igual de fácil ver un canal convencional que verte a ti. La consolidación de la banda ancha barata ha tenido un efecto directo sobre el consumo de internet: cada vez somos más y cada vez vemos más vídeos. Y en este escenario, el rey indiscutible –sin contar las redes de P2P– es YouTube, la plataforma más triunfal, fácil y masiva de todas. Hasta ahora, la fórmula era recurrir a este portal para ver “lo que ya ha pasado”: las mejores jugadas, ese vídeo de nuestro cuñado en las fiestas del pueblo, trozos de programas de televisión, videoclips, extractos de series, tráilers… Pero el plan se ha convertido en algo mucho más ambicioso. Desde que Google compró esta joya, el modelo de negocio ha cambiado de escala. A los 70 millones de vídeos que sirve ya el portal hay que añadir ahora que, gracias al respaldo técnico del buscador, el futuro pasa por convertir la web en una infraestructura técnica para el directo. Así, cualquiera podrá emitir su vida o sus contenidos en vivo. Además, YouTube tiene la vista puesta en las grandes cadenas de televisión, que podrán valerse del soporte logístico (y de audiencia) de su web para emitir su programación convencional a una masa potencial de millones de internautas. La idea es usar el canal de YouTube para, por ejemplo, emitir actos políticos, partidos y espectáculos con la garantía de hacerlo sobre una página con una enorme comunidad de usuarios. El planteamiento se convierte, así, en algo rompedor. Gracias a esta iniciativa (que se implantará antes de que acabe 2008), YouTube coopera en la garantía de horizontalidad de internet y pone a “competir” a los mass media con cualquier usuario particular. ¿Quién sabe, ahora mismo, qué tendrá más éxito? ¿La CNN retransmitiendo un debate Clinton-Obama o una de esas muchas jovencitas que se pasan el día cantando delante de la webcam y que ahora podrán hacerlo en directo?
Redacción QUO