En Polonia, bastión de la defensa del catolicismo y país fervoroso donde los haya, no todo es castidad y rezo divino. Ksawery Knotz, de 43 años, cura practicante y seguidor disciplinado de la teología vaticana, ha revolucionado a los feligreses polacos desde un monasterio capuchino situado en el sur del país. Knotz ha decidido que los sacerdotes, como miembros activos de la sociedad y en su papel de guías espirituales de ovejas desorientadas, debían impartir sexualidad a los matrimonios en apuros. Desde su retiro, y con al bendición papal, está impartendo “teología del orgasmo” a todo el que le consulta, suponemos que con una formación más teórica que práctica. Los polacos están encantMados y ya le llaman como “el apóstol del kamasutra católico”.
Redacción QUO