La relación entre la industria juguetera y la militar es estrecha. Así lo demuestra el divertido Muelle Slinky (foto), inventado por un ingeniero naval cuando trataba de crear un elemento que mantuviera fijos los sensores de un buque de guerra.
El camino inverso lo ha recorrido el Hydrogen Fuel Rocket, un coche de juguete propulsado gracias a un fenómeno llamado electrólisis del agua.
El Ejército ha pedido a su fabricante que diseñe un fusil que use esa técnica para impulsar los proyectiles.
Redacción QUO