Nada menos que 12 m de ancho mide la colonia de amebas Dyctyostelium discoideum descubierta en una zona de pastos de Texas (EEUU). Normalmente, estos organismos unicelulares llevan una vida solitaria dedicada a cazar bacterias. El hecho de que millones de clones se apiñen así ha merecido un estudio de la Universidad Rice.
Pilar Gil Villar