Ya sabíamos que cantan bien, pero los ruiseñores también son capaces de reconocer a los humanos. El biólogo Doug Levey, de la Universidad de Florida (EEUU), ha comprobado cómo estas aves se lanzaban sobre individuos que previamente se habían acercado hasta sus nidos y los habían tocado. Sin embargo, no hacían caso alguno a otras personas que pasaban por allí.
Pilar Gil Villar