Durante un test de memoria, los movimientos oculares de los voluntarios elegían la respuesta correcta aunque sus dueños fallaran. Así lo aseguran la neurocientífica Deborah Hannula y el psicólogo Charan Ranganath, ambos de la Universidad de California, en un artículo publicado en la revista Neuron.
Según las investigadoras el movimiento ocular se corresponde con la actividad en el hipocampo, un centro de aprendizaje y memoria del cerebro. Los resultados obtenidos sugieren que el movimiento de lo ojos revelaría recuerdos inconscientes activados en el hipocampo.
Hannula y Ranganath realizaron el siguiente test. A una serie de voluntarios les mostraron 50 fotografías de rostros que combinaban con un paisaje mientras su cerebro era sometido a un escáner. Luego se les pedía que señalen qué paisaje correspondía a uno de los tres rostros que se les mostraba. En este momento la actividad del hipocampo se incrementaba, seguida, unos 500 milisegundos más tarde por un movimiento ocular hacia una de las tres caras. Cuando el hipocampo estaba más activo, los ojos señalaban hacia la combinación rostro-paisaje, correcta. Y si había menos actividad en el hipocampo, la respuesta era errónea.
Aún en los casos en los que el participante fallaba, la actividad del hipocampo predecía el movimiento de los ojos hacia la respuesta acertada. Esto serviría para permitirle a los científicos ayudar a los pacientes con demencia o esquizofrenia, quienes declaran recordar poco, a optimizar su memoria.
Juan Scaliter