Una explosión trillones de veces más potente que la de una bomba atómica, repetida una y otra vez durante millones de años, iluminó el Universo cuando este tenía un cuarto de su edad actual. Su escenario: la galaxia SMM J1237+6203, que, a partir de entonces, no pudo seguir expandiéndose, porque la debacle dispersó el gas necesario para formar estrellas.
Un grupo de científicos de la Universidad de Durham (Reino Unido) ha observado la explosión de energía que sigue surcando el espacio y considera que pudo deberse a material expulsado por el agujero negro de la galaxia o a los potentes vientos causados por estrellas en proceso de extinción.
Pilar Gil Villar