Una explosión nuclear natural, generada en el manto de la Tierra, dio origen a la formación de la Luna. Es la hipótesis defendida por Rob de Meijer de la Universidad de la Provincia Occidental del Cabo y Wim van Westrenen de la Universidad VU de Amsterdam. Esta propuesta contradice a la actualmente aceptada, que sostiene que surgió tras el impacto masivo de un objeto con la Tierra, que la fragmentó; la parte más pequeña se condensó en la Luna.

La idea ya se había propuesto hace 150 años, pero nadie había encontrado el origen de la energía para lanzar al espacio ese trozo de planeta que hoy es nuestro satélite. Meijer y Westrenen aseguran que han dado con la respuesta. Su idea es que las fuerzas centrífugas habrían concentrado los elementos químicos más pesados, como el uranio y el torio, cerca de la superficie de la Tierra en el plano ecuatorial. Estas altas concentraciones pudieron desencadenar reacciones nucleares en cadena y expulsar el material que se formó finalmente la Luna.

Los científicos aseguran que debería haber pruebas de esa explosión en la Luna, como la abundancia de helio-3 y xenón-136, pero reconocen que ese análisis no será fácil.

Redacción QUO