Un hotel hecho con más de un millón de residuos inorgánicos procedentes de playas de España, Francia, Bélgica e Italia. Así es el Coronita Save the Beach, inaugurado recientemente frente al Castillo de Sant’Angelo, en el centro de Roma, a medio kilómetro del Vaticano. Su nombre se debe a la marca mejicana de cerveza y al proyecto que dicha empresa lleva para limpiar las playas europeas.
El hotel dispone de ocho metros de altura, doce metros de ancho y cinco habitaciones y su objetivo es concienciar a la opinión pública de la cantidad de residuos que se abandonan en las playas. Su primera huésped ha sido la modelo danesa Helena Christensen.
En concreto, los responsables de la iniciativa recogieron durante más de seis meses 12.000 kilos de residuos de la arena de dichas playas, entre los que se encontraban algunos tan llamativos como viejas tablas de surf, alfombras, lámparas, cuadros, muñecas, o bolsos.
Redacción QUO