Estados Unidos mandará a mediados de 2030 una misión tripulada a Marte y en 2025 a un asteroide cercano. Así lo ha dado a conocer Barack Obama en sus planes nacionales para el espacio, en los que su Administración se compromete con los vuelos espaciales comerciales. Asimismo, se abre la posibilidad para la colaboración con otros países, incluído China, y con empresas privadas para misiones más “domésticas”, como la monitorización del clima de la Tierra, la eliminación de la basura espacial y la protección de los satélites.
La iniciativa se da a conocer tras las críticas recibidas por la eliminación del programa Constellation. Sin embargo, algunos detractores de la medida aseguran que la propuesta de Obama carece de dirección y objetivos claros.
Redacción QUO