Aunque lo suyo es más bien un exilio. Este astro masivo, detectado por el telescopio Hubble, se formó en el cúmulo estelar R136 de la Nebulosa de la Tarántula, una de las regiones de gestación estelar más conocidas. En el juego de fuerzas con sus “hermanos” más potentes, estos la han echado de casa a una velocidad de nada menos que 402.000 km/h, que la llevarán a algún rincón del espacio.
Pilar Gil Villar