¿Sabías qué la tapa española por excelencia aporta nutrientes básicos a nuestra dieta tales como proteínas, minerales y vitaminas? ¿Y que una tapa de banderillas y una caña tienen 102 kcal? Una nueva guía editada por la Fundación Española de Nutrición recorre y analiza, desde el punto de vista nutricional y científico, el hábito social por excelencia de los españoles: el tapeo.
La guía: «El valor nutricional del aperitivo: las tapas y la cerveza«, recorre y recoge una selección de diferentes tapas tradicionales de nuestro país, entre las que no faltan la tortilla, el pan con jamón y tomate o la paella. José Manuel Ávila Torres (Director del FEM y Gregorio Varela Moreiras (Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo), explican la composición y preparación de cada tapa junto a una ficha nutricional del alimento. También se indica el aporte en nutrientes del pincho con cerveza con o sin alcohol. Según Varela: «La cerveza puede ser una bebida saludable para acompañar el aperitivo por su especial interés nutricional, ya que contiene vitaminas del grupo B y minerales. Además, no aporta una cantidad significativa de calorías al aperitivo». Según los autores, una cerveza es una opción con un bajo aporte calórico: 200 ml tienen tan solo 66 Kcal, que en el caso de la cerveza sin alcohol se reduce a solo 16 Kcal.
El valor nutricional de las tapas españolas
Es muy extenso el menú de tapas españolas, pues somos un país con una riqueza gastronómica importante. En el caso del clásico pincho de tortilla y caña, la tapa es muy rica en nutrientes como «hidratos de carbono, base de la dieta, las proteínas de buena calidad y distintos micronutrientes». Asimismo también destaca por su gran aporte de minerales como el fósforo y el selenio. No se quedan tampoco atrás las vitaminas: Niacina y vitamina B12, «la cual cubre casi el 50% de las ingestas recomendadas cuando es consumida con cerveza tradicional». En el caso de la paella, por ejemplo, «destaca la presencia de hidratos de carbono complejos del arroz, proteínas de alto valor biológico del pescado y la carne, vitaminas (niacina), minerales (selenio y hierro) y fibra de las verduras». Consumirlo con cerveza, tradicional o sin alcohol, aporta más de la cuarta parte de las ingestas que se recomiendan de niacina y fósforo.
El pan tumaca, o pan con tomate y jamón, «combina una fuente de hidratos de carbono con las proteínas de buena calidad del jamón». Aporta nutrientes como selenio y tiamina y la cerveza aumenta su contenido en fósforo.
La cerveza como fuente de nutrientes
La cerveza contiene diversos nutrientes que son saludables para nuestro organismo. Es el caso de las vitaminas del grupo B -en especial el ácido fólico– y minerales como el potasio, el fósforo o el magnesio-. Con un consumo moderado funciona como «antioxidante natural» y participa en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la reducción de los fenómenos oxidativos que son responsables del envejecimiento del organismo.
Redacción QUO