Un equipo del Instituto de Okinawa de Ciencia y Tecnología (OIST) y sus colaboradores han secuenciado el genoma de dos especies de pequeños animales acuáticos llamados gusanos bellota (Enteropneusta) y mostró que compartimos más genes con ellos de lo que hacemos con muchos otros animales, lo que los establece como nuestros primos lejanos. Los gusanos bellotason de particular interés para la ciencia por varios motivos. Por un lado pertenecen a los deuteróstomos (su nombre significa “segunda boca»,porque en las etapas iniciales del desarrollo embrionario se forma primero el ano y luego la boca, en contraposición a los protóstomos, en los que boca y ano se desarrollan en orden inverso), al que también pertenecemos los humanos. Por otro su origen data del período Cámbrico, unos 500 millones de años atrás, cuando se dio una gran explosión de vida en el planeta y surgieron organismos con diferentes diseños corporales y de la que evolucionaron los animales complejos. Descifrar el genoma de los gusanos bellota permitiría, en primera instancia, retroceder en el tiempo para dar a conocer aspectos del ancestro perdido de este diverso grupo de animales.
Los expertos encontraron que los deuteróstomos, entre los que también figuran los peces, las ranas o los perros, compartimos una familia de 8.600 genes, esto significa, aproximadamente, un 70% de nuestros genes. Para obtener esta información, el equipo de OIST comparó los genomas de dos gusanos bellota (Ptychodera flava, recogido en Hawai y Saccoglossus kowalevskii, del Océano Atlántico) con los de 32 animales y halló que la mayoría de ellos son homólogos, es decir, restán relacionados evolutivamente: brazos, alas, aletas, son ejemplos claros de ello. Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature.
De acuerdo con el Dr. Oleg Simakov, autor principal del estudio, «Nuestro análisis ofrecen una visión de la complejidad de nuestros antepasados del Cámbrico yapoyan las teorías que explican cómo evolucionamos”.
Juan Scaliter