Los antropólogos Israel Hershkovitz, Omry Barzilai y Ofer Marder, han descubierto en la cueva Manot, situada en la región de Galilea (Israel), parte de un cráneo humano con una antiguedad de unos 55.000 años. Por sus características, los investigadores aseguran que corresponde ya a un humano moderno, a uno de los primeros Homo sapiens que llegaron a dicha zona, tal y como ha informado la revista Nature..
Y aunque en esa misma cueva no han aparecido huesos de neandertales, si se han encontrado en otros lugares cercanos, y han sido datados en una fecha muy similar. Por eso, los científicos están convencidos de que este nuevo hallazgo parece corroborar que ambas especies coincidieron en dicho lugar.
Lo que se desconoce es si el nuevo cráneo encontrado pertenecía a un hombre o a una mujer, ya que el fósil ha perdido el arco superciliar, que es una característica clave para distinguir su sexo. Con respecto a su edad, todos los indicios parecen apuntar a que pertenecía a un individuo de unos veinte años.
El cráneo presenta además rasgos antiguos y modernos pero, pese a ello, sus descubridores consideran que sería demasiado aventurado suponer con tan pocos datos que se tratase de un híbrido de ambas especies.
Redacción QUO