Maxwell Salzberg y los otros tres creadores de Diaspora han aprendido del marketing de Apple y, aunque dicen que les queda un año para tener lista su nueva red social, todos hablamos de ella ya. Cuatro veinteañeros (siempre la misma historia, quién tuviera un hijo así) han tomado nota de todo lo que molesta a los usuarios de dentro y de fuera de Facebook, y están confeccionando una nueva plataforma de relación mucho menos agresiva y ruidosa que el “caralibro”.
Sus lemas son tres. Elección: los usuarios podrán crear grupos de amigos suyos (“aspects”) a los que quieren mostrar solo ciertas cosas, como estado, fotos y comentarios (eso es bastante farragoso en Facebook). Así, lo que pasó en tu cumpleaños no tendrá por qué verlo tu jefe, aunque sea amigo tuyo en Diaspora. O sea, podrás tener varias caras a la vez. Propiedad: tus fotos y comunicaciones son solo tuyos, no de la red social. Y si te vas, se borran. En Facebook tampoco es así. Simplicidad: que lograr las dos cosas anteriores sea fácil y transparente.
La garantía de que todo ello es como sus creadores dicen reside en que el código de programación con el que están creando esta plataforma es público (libre) desde septiembre de 2010, cualquiera puede escudriñarlo y vigilar posibles malicias. Desde noviembre pasado, ya hay “invitados-cobaya”, y pretenden salir a la red en septiembre de 2011.
Redacción QUO