El consumo frecuente de cocaína provoca cambios de larga duración en los genes expresados en una región del cerebro asociada con las recompensas. Así lo señala un artículo publicado en la revista The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los autores del estudio, varios investigadores de la Universidad Rockefeller y la Escuela de Medicina Mount Sinai, ambas en Nueva York (EE.UU.), sugieren que estos cambios genéticos pueden influir en los cambios permanentes de comportamiento que se han detectado en los adictos a la cocaína.
Los investigadores, encabezados por Ian Maze, de la Universidad Rockefeller, examinaron unos marcadores genéticos denominados H3K9me3, que son responsables de silenciar la expresión de las regiones de ADN entre los genes.
El equipo de Maze descubrió que los ratones expuestos en varias ocasiones a la cocaína expresaron marcadores H3K9me3 de menor forma que en los ratones no expuestos. Además, el efecto persistió incluso una semana después de que se había dejado de administrar cocaína a los ratones.
Después de consumo de la droga, sin embargo, el número de marcadores que se encontraba en los ratones disminuyó. Los científicos también observaron que algunas de las regiones del cerebro relacionadas con las recompensas en las que no se habían expresado los genes, el núcleo accumbens, se habían activado.
Los autores reconocen que se necesitarán más investigaciones para determinar si las regiones activadas influyen la función neuronal en el núcleo accumbens y si son la causa directa de la conducta adictiva.
Redacción QUO