¿Te olvidaste de cargar el teléfono? ¿Quizás tu MP3? Pronto esto no será un problema: ingenieros de la Universidad de Wisconsin han ideado la forma de cargar la batería de nuestros dispositivos electrónicos mientras caminamos.
La técnica del nuevo dispositivo consiste en recoger energía. Este, convierte el movimiento mecánico en energía eléctrica, con la suficiente potencia como para cargar nuestra cámara, el portátil o el móvil.
La energía de nuestros pasos
Hay un montón de energía en uno de nuestros pasos: se pierden casi diez vatios cuando un pie toca el suelo. Los dispositivos móviles como portátiles o teléfonos utilizan entre 1 y 15 vatios, por lo que aprovechar el poder de nuestro pie sería un triunfo para los consumidores. Hasta ahora, los intentos de aprovechar y almacenar nuestra energía en esta clase de placas, solo han consido juntar un puñado de milivatios, insuficiente para estas intenciones.
El zapato tecnológico
Tom Krupenkin y Ashley Taylor han publicado los el estudio en la revista de divulgación Nature Communications. En él, los ingenieros explican que la base de este invento tecnológico se fundamenta en la aplicación invertida de técnicas de electrohumectación. Mediante esta, se consige generar una carga eléctrica al colocarse en uno de los electrodos una gota de líquido, es decir, material dieléctrico que, además de aislar, a la misma vez consigue polarizar en el campo eléctrico que cubre el electrodo.
El secreto de esta pionera y original técnica, es utilizar la electrohumectación a la inversa, lo que provoca, mediante un cambio físico de las gotas de líquido dieléctrico entre placas recubiertas, que se genere la carga eléctrica. Para probarlo, utilizaron unos parches de electrodos revestidos con material dieléctrico, en este caso óxido de tantalio. Con unos canales de apenas unos milímetros y con una resistencia, consiguieron convertir la carga eléctrica en corriente alterna. Según Krupenkin, uno de los ingenieros del estudio, el incremento de las gotas aumenta la cantidad de energía que se produce. Según afirma, un dispositivo con 1.000 gotas, depositadas en un área de 40 centímetros cuadrados, podría generar aproximadamente 10 vatios.
El invento ha sido registrado ya en una patente por estos ingenieros, la cual recae en manos de Nanopower, una empresa desarrolladora de diferentes soluciones nanotecnológicas enfocadas a las energías renovables, quién intentará ahora vender la idea a los gigantes de la tecnología.
Redacción QUO