Tiene pinta de que el investigador principal de la misión Curiosity John Grotzinger se ha ido un poco de la lengua durante esta entrevista radiofónica en EEUU. En ella, se ha quedado muy cerca de insinuar que el robot de la NASA que toma muestras en su superficie ha enviado datos «que podrían cambiar la historia. Los datos son prometedores».
El propio investigador ha dicho que los científicos de la misión se reunirán el 3 de diciembre para discutir esos indicios y dar un comunicado a la comunidad científica y a la sociedad en general. Pero el jefe de prensa del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, JPL), desde donde se dirige el proyecto, ya se ha apresurado a rebajar las expectativas: «En lo referido a su comentario sobre los libros de historia, la misión en su conjunto tiene una naturaleza que la convierte en candidata a entrar en los libros de historia (…), pero no hay nada específico en el futuro que sea revolucionario”, ha dicho Guy Webster.
Es normal que la NASA sea cautelosa con sus hallazgos ya que la última vez que habló de vida extraterrestre en realidad se trataba de bacterias que vivían en la Tierra en un ambiente de arsénico, parecido al que puede hallarse en Marte; pero no es lo mismo que hallar vida allí.
Redacción QUO