Los antiguos alquimistas estaban dispuestos a cualquier cosa con tal de convertir el plomo en oro. Si los alquimistas hubiesen dispuesto de un láser, podrían haber convertido un aburrido metal en pseudo-platino.
Más de la mitad de la producción mundial de platino se destina a los convertidores catalíticos de los automóviles. Esto explica el encarecimiento del platino. Recientemente, A. Welford Castleman Jr., de la Universidad Penn State, utilizó un láser para separar un electrón de una molécula de carburo de tungsteno, dotándolo de las propiedades del platino. El carburo de tungsteno, compuesto metálico que cuesta una milésima parte de lo que cuesta el platino, no es un metal noble, pero contribuirá a la bajada del precio del platino.
Redacción QUO