Cada año son millones de personas las que se someten a dietas más o menos fiables para conseguir, ya sea por estética o salud, perder esos kilos de más que se acumulan en nuestro cuerpo. Una vez se aproxima el verano, el interés por tener un cuerpo que lucir en la playa se acentúa en todos nosotros, pero en algunos casos, librarnos de esos kilos de más puede llegar a ser más que un reto. Tras un estudio en ratones, científicos de la Universidad de Michigan (UM) dicen haber dado con la molécula causante de tantos quebraderos de cabeza.

El estudio, publicado en el número de julio del Journal of Clinical Investigation, ayuda a explicar el motivo de que las células encargadas de almacenar grasa -adipocitos- engorden y quemen grasa más lentamente, causando así la temida obesidad. Tras observar el proceso de las pequeñísimas señales que las células que almacenan grasa se transmiten unas a otras, el equipo de investigadores de Michigan ha encontrado un papel fundamental, hasta ahora desconocido, para las moléculas, al que han bautizado como Sfrp5. El misterio ahora es si este interesante trabajo realizado en ratones puede aplicarse en seres humanos.

Tras una serie de pruebas, los científicos de la UM demostraron que el Sfrp5 «influye en una vía de señalización, conocida como WNT y que estimula las células de grasa -llamadas adipocitos- para crecer más y suprimir la tasa a la que la grasa es quemada en las mitocondrias.» Teniendo esta información en cuenta, los científicos restringieron estas moléculas en los ratones, consiguiendo que estos no engordaran tan rápidamente al evitar que sus adipocitos crecieran tanto. Esto se mantuvo incluso cuando los ratones fueron sometidos a una dieta muy alta en grasas.

Muchas compañías farmacéuticas ya miran la WNT como la nueva panacea para medicamentos contra la obesidad, pero Ormond MacDougald, profesor de Fisiología Integrativa y Molecular en la UM, advierte que antes de cantar victoria aún hay que seguir experimentando en ratones y, posteriormente, en seres humanos. «A partir de nuestros resultados, creemos que el Sfrp5 es un moderador importante de la actividad mitocondrial, es la primera vez que esto ha sido visto por la vía de señalización WNT en los adipocitos«, dijo Hiroyuki Mori, también de la UM y primer autor de este estudio para Europa Press.

Redacción QUO