Aunque los termómetros de Qatar están habituados a marcar los 50ºC en pleno verano, para los jugadores y el público del Campeonato del Mundo de Fútbol de 2022, que se celebrará allí, los partidos pueden llegar a convertirse en auténticas torturas. La organización ya ha prometido aire acondicionado en las instalaciones, pero el profesor Saud Abdul Ghani ha aportado su granito de arena diseñando una nube artificial operada por control remoto. Con una estructura de fibras de carbono, muy ligeras, estará recubierta por tela y contendrá gas de helio. Su tamaño, similar al de un jumbo, le permitirá proporcionar sombra a todo un estadio, mientras se desplaza siguiendo el movimiento del sol.
Por ahora, se está trabajando en el prototipo, mientras la polémica lanza unas sombras mucho más efectivas sobre la legalidad de la adjudicación del Mundial al país árabe y la posibilidad de cambiar la fecha a una época del año más clemente con los invitados.
Pilar Gil Villar