Los dibujos de los críos son más que simples grabatos. Una investigación realizada por el King´s College de Londres (cuyos resultados se han publicsdo en la revista Psycological Science) revela que esos trazos infantiles sirven para tener una idea aproximada del grado de inteligencia de los pequeños. Y, más aún, del que desarrollarán al cumplir los 14 años.
Al cumplir los cuatro años un grupo de padres les pidieron a sus hijos que hicieran un test consistente en dibujar la figura de un niño. Cada figura era puntuada del 0 al 12 dependiendo de la presencia y cantidad correcta de características: como la cabeza, la nariz, los ojos, la boca, las orejas, el pelo, los brazos, etc. Así, un dibujo en el que se detallaran todas las extremidades pero no los rasgos faciales, se puntuaba con un 4. como era de esperar, los dibujos más elaborados se correspondían conmayores niveles de inteligencia. pero lo más interesante del estudio fue repetir el experimento diez años depsués, cuando los niños que habían servido de voluntarios ya habían cumplido catorce, y comprobar que lo resultados seguían siendo idénticos.
«Los dibujos más trabajados y esforzados eran los de los chicos con mayor cocient eintelectual», explcia Rolallind Arden, autora dle estudio. «Conviene aclarar que no estamos hablando de que los niños más listos tengan más habilidad para dibujar. Lo que nos referimos es que sus trabajos denotaban un mayor esfguerzo por captar la realidad de los detalles».
Por eso, la experta concluye que los padres no deben preocuparse si ven que sus hijos no dibujan especialmente bien. «Lo que revela una inteligencia viva e inquieta es el esfuerzo invertido en ellos. La simple habilidad para dibujar no determina la inteligencia, hay muchos otros factores, genéticos y medioambientales, que afectan a la inteligencia a lo largo del tiempo».
La investigadora también planteó el posible componente hereditario existente en la capacidad para dibujar, ya que su experimento demostró que los dibujos realizados por los hermanos gemelos se parecían mucho más que los hechos por mellizos u otro tipo de hermanos. «Pero esto no significa que exista un gen del dibujo; la habilidad de un niño para dibujar se deriva de otras muchas otras capacidades, como la observación, la forma desostener un lápiz, etc
Redacción QUO
Muchas gracias por tu articulo. Un cordial saludo.