«Que bonito es el amor… » Solemos pensar al ver a una pareja cariñosamente cogida de la mano. Lo que no llegamos a calibrar es que las parejas enamoradas suelen ser precisamente las menos «igualitarias». O, al menos, así lo apunta una investigación realizada por miembros de la universidad del País Vasco.
Los autores del estudio tomaron como base tres modelos diferentes de reparto de capital entre los miembros de una pareja, que fueron: tener la propiedad del dinero en parte común y en parte propia, tener toda la propiedad del dinero en común y dividir la propiedad de ese dinero de forma individual.
Los investigadores observaron que aquellas parejas más influenciadas por el ideal del amor romántico y por otras cuestiones relacionadas con él (como tener descendencia o creer en la indisolubilidad del vínculo matrimonial o afectivo…) tenían más tendencia a adoptar la propiedad del dinero como algo común. Cuiosamente, los investigadores identifican a este tipo de parejas como «menos igualitarias» que las que adoptaban el modelo mixto (parte de la propiedad de los bienes en común, y otra dividida entre cada miembro de la pareja). Eso se debe a que los que adoptaban este segundo modelo lo suelen hacer como instrumento para mantener la individualidad frente al ideal de amor romántico.
Redacción QUO