A pesar de lo que se cree, esta especie de galleta crujiente con mensaje no tiene su origen en China, donde se han introducido recientemente, sino en Los Ángeles y San Francisco. Es famosa por almacenar en su interior una pequeña tira de papel con palabras de sabiduría o profecías.
Pero, como podéis imaginar, estos mensajes no son axiomas del más allá. Tienen su origen en un puñado de fábricas que crean 4 millones de pequeñas notas de sabiduría en un solo día.
Woonton Food es el mayor fabricante de las galletas de la suerte. Reparte casi cinco millones de galletas en EEUU, América latina, Canadá y Europa y cada dos años contrata nuevos escritores para que actualicen las 15.000 ‘fortunas’ que la compañía atesora desde 1973. Por su parte Yang’s Fortunes, otra de las empresas fuertes que fabrican este dulce, almacena más de 5000 fortunas, muchas de ellas realizada por la hija del fundador, Lisa Yang. Afirma haber leído horóscopos diarios para encontrar la inspiración.
Redacción QUO