Suena a fake. Pero la historia es completamente cierta. En 2012, un joven británico se hizo un test de embarazo a modo de broma delante de sus colegas. Y la sorpresa fue mayúscula ya que el resultado fue positivo. Se le quedó tal cara de pasmo, que llegó a plantearse si el suyo podría ser un caso excepcionalmente portentoso en la naturaleza, así que decidió consultarle al médico. Y, la verdad es, que fue una decisión muy acertada porque aunque, por supuesto, no se encontraba «en estado», la bromita del test había ayudado a detectar que padecía un cáncer de testículos.
Según explicó la Asociación Americana del Cáncer, las pruebas de embarazo se basan en la detección de una hormona llamada beta-HCG (gonadotropina coriónica humana). Esta sustancia fisológica es producida en las primeras fases del embarazo por el embrión y, posteriormente, por una parte de la placenta llamada sinciciotrofoblasto. Pero el organismo masculino también la produce en pequeñas cantidades con la función de estimular el desarrollo de los testículos.
Lo que ocurre es que dicha hormona también es producida por algunos tipos de tumores, entre ellos una de las diversas variedades de cáncer testicular que existen. Por eso, si un hombre se somete a un test de embarazo y da positivo, eso significa que existen unos niveles anómalos de beta-HGC, lo que podría ser una señal que alerte de un posible cáncer testicular.
Pero, mucho ojo, eso no significa que los tests caseros de embarazo sean un método eficaz para detectar este tipo de cáncer. Un negativo en dicha prueba no significa que no exista ningún tumor en los testículos, ya que solo una de sus variedades provoca la secreción de la beta-HGC.
Y también sucede lo contrario. Un positivo no significaría forzosamente que la persona padezca un cáncer, pues los niveles anómalos de dicha hormona podrían deberse a otros factores. Aunque si sería una señal de alarma que recomendaría consultar a un especialista.
De cualquier forma, la realidad es que un varón puede dar positivo en un test de embarazo por varias causas. Sin que eso signifique que la naturaleza ha hecho con él una milagrosa y prodigiosa excepción.
Redacción QUO