En nuestro país, el billete de 500 euros ha sido apodado como Bin Laden por razones más que obvias. Es un billete que, si lo ves muy a menudo, indica que eres de una determinada clase social o trabajador de un banco, ya que es el tercer billete de mayor valor en todo el mundo. Básicamente, uno de estos es más o menos el salario mínimo de un español. De hecho, durante un tiempo, estuvo prohibida su impresión en nuestro país. Una vez autorizaron que imprimiésemos el goloso papel morado, y en el contexto de plena burbuja inmobiliaria, España logró hacerse con una amplia colección en sus arcas (por supuesto en manos privadas): nada menos que un cuarto de los billetes en circulación (26%).
Pero los tiempos han cambiado mucho desde que los españoles dejaron de especular como locos con el ladrillo. En la actualidad, su uso está vinculado a actividades criminales, como corrupción, mafias o terrorismo. Quizás una de estas actividades delictivas sea la que explica la curiosa, extraña y más que sospechosa actividad que se hace en nuestro país con este billete. Según Gestha, Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, antaño este método de pago representaba el 25,1% del efectivo. ¿Qué hubiera sido lo lógico tras hundirse el mercado inmobiliario? La primera respuesta sería que hubiese menos en circulación, pero curiosamente ha pasado a monopolizar tres cuartas partes del efectivo (75%), lo que viene a ser unos 46.000 millones de euros. Algo que solo ocurre en España y no el resto de Europa, donde estos billetes solo representan alrededor del 30% del dinero líquido.
Algunos expertos apuntan a que esto puede deberse a los daños colaterales de la burbuja inmobiliaria. Durante la misma, la mayoría de las personas cobraban una buena parte en dinero negro. Cuando cesó, a pesar de que los comercios que recibían alguno se lo devolvían al Banco de España, el descenso de billetes en circulación fue demasiado lento. Por decirlo de alguna forma, se fueron colando poco a poco, lo que en realidad provocó que los euros morados aumentasen en lugar de disminuir.
¿Por qué se habla hoy de los billetes de 500 euros?
El Banco Central Europeo se ha reunido hoy con la intención de anunciar la más que probable retirada del tercer billete más valioso del mundo. La argumentación que acompaña a esta decisión es que supuestamente se utiliza para actividades ilegales, como terrorismo, blanqueo de capitales o dudosas ‘gestiones burocráticas’ de la mafia. Según Ian Cruxton, director contra grandes crímenes en Reino Unido, «los billetes de 500 se han convertido en la moneda preferida por las bandas criminales que quieren ocultar sus ganancias».
Algo con lo que está de acuerdo el holandés Jeroen Dijsselbloem, presidente de turno del Ecofin (Economía y Finanzas de la Unión Europea), «existen grandes riesgos de que los billetes grandes o las grandes cantidades de dinero en efectivo sean utilizadas para financiar el terrorismo».
¿Realmente podemos pensar que retirando los billetes cesarán las actividades ilegales? ¿Quitar una de las múltiples formas de pago que puede tener un mafioso puede ser realmente efectivo? Lo cierto es que parece una solución pensada por un alma cándida e inocente más que por el director de un banco central europeo.
¿Es el terrorismo una mala excusa?
Nadie puede poner en duda de que los delincuentes tienen cierta afición por usar billetes grandes por razones más que obvias. Todos lo hemos visto en las películas. Y si llegados a este punto piensas que no te afecta en nada esta decisión que el ministro holandés ha presentado al BCE, te equivocas. ¿No ves un billete de estos ni en pintura? Esto no significa que no puedes llegar a necesitarlo.
Los billetes grandes no solo son utilizados por criminales, sino también por ciudadanos que han perdido toda confianza en el sistema y ven desde lejos la llegada de un corralito o nuevas leyes que limiten y pongan en riesgo sus ahorros. Para ver un ejemplo de esto no tenemos que salir de Europa, solo viajar hasta Grecia. El pasado año, los ciudadanos griegos retiraron de los bancos alrededor de 20.000 millones para guardarlos debajo de su colchón. Por supuesto, la gran mayoría, solicitando que fuese entregado en billetes de 500 euros.
Esto quiere decir que el mayor uso de los billetes de 500 euros ha sido realizado por ciudadanos que no confiaban en su sistema bancario y no por terroristas y malhechores, lo cual lleva a la duda de cuál es el auténtico motivo de su eliminación.
Redacción QUO